A Ayala, Precandidata
"En mi vida privada siento pasión
por el paisaje, pero nunca he visto
que los carteles embellecieran ninguno”
David Ogilvy
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¿Si los resistencianos nos hemos transformados en rehenes de la estrategia de posicionamiento de la Intendente?;
¿Existe un criterio racional en la oposición pública contra la construcción de un complejo hospitalario?
Aida Ayala, en la mayoría de sus intervenciones en los medios locales parece convencida que la mejor manera de llegar al electorado es mediante la copia de los discursos que esuchamos desde la Capital Federal, mediante la nacionalización de su discurso.
Por que? ¿Nacionalizar sus alocuciones le representa una vía de escape para no tratar los problemas cotidianos de su administración municipal? La poesía de la crispación ya está oxidada, no tiene asidero en la realidad, y menos todavía cuando en su rol de administradora de la Municipalidad no pudo encontrar las soluciones para problemas como -por ejemplo- el tránsito.
Por que? ¿Nacionalizar sus alocuciones le representa una vía de escape para no tratar los problemas cotidianos de su administración municipal? La poesía de la crispación ya está oxidada, no tiene asidero en la realidad, y menos todavía cuando en su rol de administradora de la Municipalidad no pudo encontrar las soluciones para problemas como -por ejemplo- el tránsito.
PROSELITISMO PERMANENTE
Candidata a intendente, Intendente, candidata a Diputada, Diputada renunciante, precandidata a gobernadora, y todo en en el termino de tres años. ¿Cual es el límite del proselitismo? A esta altura no estaría equivocado quien afirme que Aida Ayala es proselitismo permanente, se presentó como candidata a diputada el año pasado, renunció tras operativo clamor de la militancia, y siguió en el tren proselitista. En estos días, pasó sin parada intermedia de pedirle al Papa que “ore por nuestra ciudad, por nuestro Chaco y la Argentina en estos tiempos en que a veces los enfrentamientos parecen no tener fin” a utilizar chicanas para oponerse a la construcción del complejo hospitalario mediante faltazo de concejales o mediante la ultima solicitada ni que hablar cuando el gobierno provincial anunció el programa de quinientas cuadras de pavimentos para la ciudad y a las apuradas presentó un plan estratégico.
Candidata a intendente, Intendente, candidata a Diputada, Diputada renunciante, precandidata a gobernadora, y todo en en el termino de tres años. ¿Cual es el límite del proselitismo? A esta altura no estaría equivocado quien afirme que Aida Ayala es proselitismo permanente, se presentó como candidata a diputada el año pasado, renunció tras operativo clamor de la militancia, y siguió en el tren proselitista. En estos días, pasó sin parada intermedia de pedirle al Papa que “ore por nuestra ciudad, por nuestro Chaco y la Argentina en estos tiempos en que a veces los enfrentamientos parecen no tener fin” a utilizar chicanas para oponerse a la construcción del complejo hospitalario mediante faltazo de concejales o mediante la ultima solicitada ni que hablar cuando el gobierno provincial anunció el programa de quinientas cuadras de pavimentos para la ciudad y a las apuradas presentó un plan estratégico.
Mientras los apuros de la intendente por mejores posicionamientos dominan la escena, en la ciudad los accidentes de tránsitos no cesan. La ingeniera (importadora de muletillas dichas en los medios monopólicos de la Capital Federal) puede exigir seguridad al gobierno provincial pero a la par olvidarse de insinuar, al menos, un gesto de solidaridad con las victimas diarias de accidentes de tránsitos, o acaso debemos pensar que ¿la construcción de un lomo de burro vale como gesto de solidaridad?
Aida Ayala, tiene el derecho de proponerse como fin la gobernación del Chaco pero no a incurrir en “el vale todo” porque en el medio estamos los vecinos de una ciudad al borde del colapso. “No importa quien lleve el palo, importa que llegue la bandera” dijo en el congreso de la convergencia, por ahora Aida Ayala parece llevar el palo para trabar las ruedas de una gestión provincial laboriosa en respuestas a viejas demandas chaqueñas.
Mientras los apuros de la intendente por mejores posicionamientos dominan la escena las inauguraciones de obras del gobierno provincial no cesan, y Capitanich puede darse el lujo de pasar en un par de días de la reinauguración del Hotel Gualok en Sáenz Peña hasta la enésima visita presidencial a la provincia para inaugurar obras.
Te seré franco, "Aida está ida", me dijo un amigo.
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