Jorge
CAPITANICH, culmina ciclo de 8 años
en la gobernación de la provincia del Chaco. Fueron años intensos, volcánicos. El Chaco
ocupó un lugar central en las políticas nacionales, tanto para atraer
soluciones a viejas demandas como para recibir las réplicas de los conflictos
nacionales. Nos deja una provincia capitalizada, y con el
desafío de seguir rompiendo los hilos conectores de la desigualdad.
El Segundo Acueducto del
interior, el gasoducto, cientos de escuelas, miles de viviendas, la fibra óptica,
el plan director de cloacas, decenas
de hospitales y centro de salud, el electroducto, las nacientes autovías de la ruta
16, y ruta 11, son algunas de las importantes cosechas del Chaco.
La discusión alrededor de
la resolución 125 de Loustou, los problemas de salud de Cristina que ameritaron permanentes informes contra Capitanich, son algunas de las tempestades. Nada es
gratis.
Si el gobernador hubiese
elegido una zona de confort, sentarse todos los días sobre la caja de la
coparticipación que por ley le corresponde al Chaco, la provincia no se hubiese
capitalizado como lo hizo.
Recordemos que Capitanich
tomó un estado provincial con alto endeudamiento, vehículos chatarrientos,
edificios públicos en malas condiciones; los municipios hacían malabares para
poder pagar los sueldos. Las empresas privadas también estaban en la misma
situación, las propiedades de muchos campos gravadas con deudas hipotecarias de
difícil solución.
En la actualidad, tanto el
estado provincial, y varios municipios bien administrados incrementaron y/o
renovaron su parque de maquinarias. Lo propio ocurre con las empresas privadas.
Las F100 ya casi son recuerdo, las rutas se ven invadidas por HILUX,
camiones nuevos. Los edificios en altura que nacieron como hongos en la ciudad
de Resistencia. Muchos jóvenes que volvieron a cursar sus estudios
universitarios, niños que no desertarán de sus estudios primarios y secundarios.
Se dio un proceso de capitalización que está a la vista de todos.
La conexión del gobierno
nacional y provincial fue prácticamente de todos los días. En el camino se
cruzaban funcionarios provinciales con funcionarios nacionales, unos llevaban
carpetas de proyectos, y otros que venían para apoyar, anunciar programas y
medidas de gobierno. La propia Presidenta que visitó e hizo teleconferencias en
incontables oportunidades.
La provincia del Chaco sigue manteniendo estructuras
que deberán cambiarse a los fines de seguir el achique de desigualdades.
El empleo público es el
anhelo de miles de chaqueños, nepotismos que se manifiestan en distintas
localidades, diputados que llegan por el solo hecho de ser hijo o familiares de...,
dirigentes gremiales que se atornillaron de por vida a sus cargos, una trilogía
de medios de comunicación que perciben incalculables fortunas mensuales, no
solo de las ventanillas del estado provincial sino también de los municipios.
Jorge Capitanich marcó las
bases, el desafío del próximo ciclo debería ser la continuidad del proceso de
transformación, tratar de romper los hilos conectores de la desigualdad.
No hay comentarios:
Publicar un comentario