Las
Declaraciones Juradas patrimoniales de los funcionarios tendrán carácter
público. Estarán disponibles para consultas en la página web de la Escribanía
General de Gobierno.
En
principio, es un mecanismo que sociabiliza datos aislados; pero con el paso de
los años se podrá determinar si las declaraciones juradas se condicen con el nivel
de vida que llevan, o si las evoluciones patrimoniales se justifican con los
sueldos que perciben. Con la llegada de la fibra óptica, y la proliferación de
las redes sociales las familias políticas (que tienen otros kioskitos) deberán
hacer un gran esfuerzo para camuflar el buen nivel de vida que llevan. Muchos
ciudadanos suelen ver cómo viven sus vecinos políticos; ahora podrán ver qué
patrimonios declaran sus ilustres vecinos.
La publicidad de las DDJJ patrimoniales, por sí misma, no será suficiente para
combatir las pillerías de los dirigentes.
Con
el transcurso de los años, el control fiscal incrementó, cada vez es más
riguroso pero todavía existen fragilidades a la hora de controlar la timba de
testaferros. Si la AFIP no retrocede en los avances logrados, más temprano que
tarde, entrará en ese submundo de testaferros.
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