Si
uno revisa los discursos que se dieron en las PASO, encontramos a un Rozas de flacos pudores, y con una alforja llena de muletillas en contra
del gobierno nacional. La estrategia del oficialismo fue “dejar hablar, dejar
pasar”, e intentó ir por el camino de un discurso propositivo, con esa mixtura
de “Repaso de los logros de la gestión provincial, que no hubiesen sido posible,
sin el acompañamiento de CFK”. El Nea disidente- con la excepción de Cipollini
que propuso un debate municipal- descargó una batería de palabras en un plano más
provincial, con reiterados cuestionamientos a Carlos Martínez.
Pero
las PASO viajan por la ruta del recuerdo. Unión por Chaco quedó bajo el
liderazgo de Rozas (Carim Peche, pareciera, ser el encargado de chicanear a los
radicales derrotados, cuando reitera sus llamados a la unidad) y uno supone que
Rozas no cambiará su estrategia comunicacional.
Quien
escribe, pudo corroborar en una entrevista reciente, que difícilmente se tome
tiempo para hablar sobre los temas provinciales, y mucho menos de su gestión
durante 8 años. ¡No le conviene! La oferta electoral, aunque puede parecer una humareda, es la defensa de los
intereses provinciales ante la arremetida del kirchnerismo. “Yo defiendo a los
chaqueños y los otros van para levantar las manos”.
En
esta ultima semana, Eduardo Aguilar salió al cruce de esas muletillas en dos
dimensiones. Por un lado, para Aguilar no es serio que Rozas pretenda discutir
de economía, por la nula ocupación que tuvo su gobierno, en favor de los que
menos tienen. Por otro lado tampoco es serio que Rozas hable de levantamanos “Cuando
fue el hombre que impuso a sus diputados el personalismo más absoluto, rayano
en la obsecuencia, y la disciplina partidaria más inclemente e intransigente de
la historia de la provincia del chaco”
Por
el lado del Frente para la
Victoria , todo indica que esa mixtura de provincial-nacional
se correrá a un punto más cercando al extremo de provincializar la campaña. Si
el kirchnerismo a nivel nacional apenas llegó al 30%; y en las categorías para cargos nacionales,
hay decenas de miles de votos en blanco, es lógico que se produzca este
corrimiento táctico. En este sentido, como mínimo, las acciones políticas
se darán atendiendo a dos objetivos: 1) Ajustar los tornillos en el justicialismo;
2) Captar algunos electores del nicho de independientes.
Por
lo pronto ya se advierte que Julio René Sotelo, en esta primera etapa de la
campaña, será el encargado de entrelazar las ramificaciones internas del
justicialismo.
Las
inauguraciones, las presencias de Capitanich en distintos eventos; no constituyen
una novedad. Representa la continuidad de un trabajo que viene realizando desde
el minuto cero de su gestión; y por medio del cual intenta convencer al
electorado independiente con la “imagen
de gestión”. No se puede dejar al
margen, algunos elementos relacionados a la seguridad pública. Los
resistencianos, pudimos ver una colección de policías en la plaza central, y en
algunas avenidas.
Pero
ya tropezó con la primera torpeza. Juan M Pedrini, Marín Pilatti Vergara, entre
otros, desde hace tiempo, vienen diciendo que el rozismo fue por todo; los
jueces del superior tribunal de justicia son inconstitucionales. Capitanich
pateaba para adelante esta pelota caliente. Cuando se despertó el lunes 12 de
agosto, recordó que tenía en sus pies una pelota para jugar. Armó un revuelo cuando
habló de puerta giratoria, y de connivencias. Utilizó palabras que suenan
bonitas en algunos sectores que protestan por la inseguridad.
La pelota quedó bollando, como decían los antiguos relatores de fútbol. Marcos Verbeek, sintió que tenía la oportunidad para meter su primer gol como Ministro de Gobierno. Cometió la torpeza de teléfonear a la jueza de faltas Sandra Saidman, para advertirle que evaluarían un juicio político.
El apresuramiento apretador de Marcos Verbeek cambió el eje. Unión por Chaco en vez de defenderse, pasó al ataque. Carlos Martínez, en vez de explicar sus horrorosas contradicciones respecto a la justicia rozista; recibió un pastel en bandejas, para pasar al frente y pedir una explicación al flamante ministro de gobierno. Y para colmo de males, ese líder que habló de puerta giratoria, se vio obligado en la mañana del sábado, a soltarles las manos a su ministro, para evitar la mugre de un gobierno que aprieta a una jueza.
Dos
meses por delante prometen una campaña electoral, en la cual se entrecruzarán
los planos discursivos. Las llamaradas, como las humaredas, serán frecuentes.
Pero ya sabemos que por esos raros misterios de la fisonomía política chaqueña;
los dirigentes no se queman con esas llamaradas, ni tampoco se asfixian con
tanta humareda. Los costos políticos, por lo general, son exiguos. Casi todos
los dirigentes gozan del derecho a la supervivencia.
La pelota quedó bollando, como decían los antiguos relatores de fútbol. Marcos Verbeek, sintió que tenía la oportunidad para meter su primer gol como Ministro de Gobierno. Cometió la torpeza de teléfonear a la jueza de faltas Sandra Saidman, para advertirle que evaluarían un juicio político.
El apresuramiento apretador de Marcos Verbeek cambió el eje. Unión por Chaco en vez de defenderse, pasó al ataque. Carlos Martínez, en vez de explicar sus horrorosas contradicciones respecto a la justicia rozista; recibió un pastel en bandejas, para pasar al frente y pedir una explicación al flamante ministro de gobierno. Y para colmo de males, ese líder que habló de puerta giratoria, se vio obligado en la mañana del sábado, a soltarles las manos a su ministro, para evitar la mugre de un gobierno que aprieta a una jueza.
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