La política es atrapante, y
más cuando se trata de peronismo. La lucha por el poder, casi nunca tiene
treguas. Las movidas de Eduardo Aguilar, Domingo Peppo, Hugo Sager, y José
Mongeló, produjeron reacciones.
Por un lado, Aldo Leiva sostuvo que no hay apuros para hablar de precandidaturas de cara al 2.015, y declaró su “incondicionalidad” a Jorge Capitanich. Por otro lado, Gustavo Martínez comienza a evidenciar sus reales intenciones: Ser gobernador del Chaco; aunque diga que va por la presidencia de la legislatura; y haga correr la voz que su función en la presidencia de la legislatura, será la de lograr los consensos para la re-reelección de Jorge Capitanich.
Por un lado, Aldo Leiva sostuvo que no hay apuros para hablar de precandidaturas de cara al 2.015, y declaró su “incondicionalidad” a Jorge Capitanich. Por otro lado, Gustavo Martínez comienza a evidenciar sus reales intenciones: Ser gobernador del Chaco; aunque diga que va por la presidencia de la legislatura; y haga correr la voz que su función en la presidencia de la legislatura, será la de lograr los consensos para la re-reelección de Jorge Capitanich.
El otrora “Gustavito” tiene
un cúmulo de antecedentes que lo sitúan como el dirigente más importante del
peronismo en la ciudad de Resistencia, nadie puede desconocer su fenomenal
construcción territorial. Es el dirigente más aplaudido en los actos del
oficialismo pero esa capacidad de movilización flaqueó en las urnas. Tiene un robusto
piso electoral, pero también un techo electoral que no lo puede elevar.
En el 2.011 tuvo que conformarse con la candidatura a intendente, tras armar un caminito para ir en la formula junto a Capitanich. En el 2.007, después del veredicto de las urnas, tuvo que conformarse con la presidencia de SAMEEP. Desde mi óptica, es hora que el gustavismo, revise muchos de sus actos, a los fines de buscar los motivos por los cuales no logran elevar ese techo. Esa forma de construir políticamente, hasta aquí, le sirvió para fortalecer su base electoral, que no es un dato menor porque lo ubica como un mal necesario, en todas las construcciones políticas del justicialismo.
En el 2.011 tuvo que conformarse con la candidatura a intendente, tras armar un caminito para ir en la formula junto a Capitanich. En el 2.007, después del veredicto de las urnas, tuvo que conformarse con la presidencia de SAMEEP. Desde mi óptica, es hora que el gustavismo, revise muchos de sus actos, a los fines de buscar los motivos por los cuales no logran elevar ese techo. Esa forma de construir políticamente, hasta aquí, le sirvió para fortalecer su base electoral, que no es un dato menor porque lo ubica como un mal necesario, en todas las construcciones políticas del justicialismo.
Distintas circunstancias que exceden a simples cuestiones de estratégica electoral, lo llevaron a una
actualidad en la cual no puede declamar con frontalidad dirigencial, que su
real ambición es gobernar la provincia del Chaco. Y para colmo de males, tomó
estado público el papel de trabajo interno, donde se aprecian durísimas criticas
del gobernador para SAMEEP, o sea para Gustavo Martínez. Es decir, ese
caballito de batalla, sobre el cual podría correr una carrera electoral, entra
rengo a la cancha.
Es muy poco probable que a
esta altura modifique el estilo de trabajo político. Menos aún cuando larga
una campaña legislativa en base a una picardía.
Gustavo Martínez crea un candidato a gobernador que es el propio Jorge Capitanich. Con este esquema sencillo, se abre entre sonrisas y abrazos, de las construcciones del resto de los que quieren gobernar el Chaco; y sigue construyendo por su lado a nivel provincial, con el argumento de la presidencia de la legislatura (no podría recorrer la provincia diciendo que quiere ser intendente de la ciudad de Resistencia), y con un candidato propio que se llama Jorge Milton Capitanich.
Gustavo Martínez crea un candidato a gobernador que es el propio Jorge Capitanich. Con este esquema sencillo, se abre entre sonrisas y abrazos, de las construcciones del resto de los que quieren gobernar el Chaco; y sigue construyendo por su lado a nivel provincial, con el argumento de la presidencia de la legislatura (no podría recorrer la provincia diciendo que quiere ser intendente de la ciudad de Resistencia), y con un candidato propio que se llama Jorge Milton Capitanich.
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