El anuncio de su
gabinete marcará el principio de la gestión Peppo. El dirigente villaangelense comenzará
a escribir su historia de gobernador del Chaco. En su mochila lleva los sueños
largos de muchos intendentes del justicialismo. Si uno repasa los nombres que
se barajan, al parecer, se tratará de un gabinete con más territorialidad y
política, en un contexto de relaciones inciertas con el gobierno nacional.
Se trata de la
continuidad de un proyecto político sin la continuidad de muchos funcionarios
preferidos por Jorge M. Capitanich. Si se me permite el término, y sin que signifique algún juicio de valor: el gabinete se descoquizará.
Jorge M. Capitanich (aparentemente)
no pidió cargos ni áreas de gobierno para nadie, tal cual ocurrió durante la
gestión Bacileff. El conductor de los triunfos electorales (récord de votos en
el 2011) prefirió el abstencionismo, no generar condicionamientos ni incomodidades
al gobernador entrante.
Domingo Peppo, habría
encarado el proceso de selección y designaciones con absoluta libertad de
criterios, en el marco de los acuerdos electorales. Esto es bueno para la salud
institucional del estado provincial, y para la política del Frente Chaco Merece
Más. Los espacios gubernamentales que fueron repartidos nacieron de los gestos del
flamante gobernador electo.
Arrancará
la gestión con distintas problemáticas a intervenir. Nada extraño, al fin de
cuentas, con las políticas públicas se trata de satisfacer la mayor cantidad de
necesidades públicas. El añejo problema con los judiciales, tendrá que acordar
un plan de pagos de mediano plazo. En
varios municipios en los cuales habrá traspaso de mando se produjeron
repentinos y masivos pases a planta. Maniobrar en el angostamiento de los
caminos a la casa rosada, por lo pronto tiene un paliativo con el ingreso
adicional del 15% de coparticipación que eran retenidos por Nación.
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