La actitud dirigencial se nota en las
consignas. Determinados grupos incitan una totalización para liberarse del peso
de la acción superadora, e insinuar que los retrasos del Chaco se sujetan a la
pasividad, parsimonia, vagancia del pueblo.
El conductor del proceso se asume
como arengador, las culpas de los males es el pueblo.
Haga Chaco, Chaco Puede, y el
flamante Frente "Vamos Chaco" que encabeza Aida Ayala, son
ejemplos de esas actitudes, en las cuales, el dirigente se desliga de la acción
superadora, y abre el paragua para justificar las acciones negativas.
Haga Chaco. En los años
treinta, la Administración de José C. Castells, generó la célebre consigna
de "Haga Chaco", a los fines de estimular la creencia sobre
lo conveniente que era la continuidad del territorio nacional. Si ustedes hacen
Chaco; progresaremos. Era una misión para los habitantes, no un compromiso de
acción dirigencial. Decía Lestani, en esos años que el “Chaco está hecho” en
alusión a la existencia del potencial económico, y requería un contenido moral.
Chaco Puede. Fue una de las
consignas utilizadas por la dictadura, con la intervención de Serrano. Las
acciones negativas de un gobierno dictatorial son tapadas con la justificación
de la falta de empuje de los chaqueños.
Vamos Chaco. Otra vez, es
volver al tiempo de la pasividad dirigencial, de la resignación, y promueve un
voluntarismo social similar al que se produce en las canchas de fútbol, cuando
los hinchas alientan desde la tribuna. El dirigente se sube a una tribuna,
alienta, no juega para el progreso.
En este sentido, es válido destacar
que el “Chaco Merece Más”, expone una actitud dirigencial de asumir el
compromiso e invita a llevar adelante las acciones que permitan satisfacer esos
merecimientos del Chaco.
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