La marcha
"homenaje", organizada por Clarín, y un grupo minúsculo de fiscales
cuestionados, fue multitudinaria, especialmente en CABA, donde existe un
60% de antiperonistas históricos.
La muerte del fiscal Alberto Nisman, se
advierte, en los cientos de medios de que pertenecen al grupo Clarín, es
utilizado para atacar contra el gobierno de Cristina F. de Kirchner.
Cuando desde el
gobierno se habla de golpe blando, se habla porque nadie desconoce que desde
hace año existe una estrategia de esmerilamiento contra el poder ejecutivo, de
parte de ciertos grupos económicos que perdieron cuotas-partes en los negocios
de las AFJP, del fútbol, de las publicidades de REPSOL-YPF.
Esto no significa
que todos los marchantes sean golpistas ni que todos los periodistas que se
expresaron a favor de la marcha tengan mala fe democrática.
La inmensa mayoría
de los cientos de miles que marcharon, no transitan los pasillos oscuros del
poder concentrado. Son laburantes, profesionales, gente común, y con una
marcada posición en contra del kirchnerismo, y en algunos casos en contra de la
política.
En Resistencia,
Aída Ayala convocó en las redes sociales. Y no creo que Aida (más allá de
ser una heredera política de Ruiz Palacio) sea una mujer antidemocrática.
No es la primera
marcha opositora durante el kirchnerismo. Hubo otras. Aquellas de la mesa de
enlace, luego el 8N. En todas las anteriores, más allá de los debates
coyunturales, el kirchnerismo salió airoso, y de hecho Cristina ganó con casi
el 60% de los votos en el 2011.
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