Lejos de
hundirme en la historia del Chaco, me arriesgo a una breve travesía del
pensamiento, con el modesto propósito de generar algunos unos disparadores
que hacen al presente y al futuro.
En los años
treinta, la maquinaria de la Administración de José Conrado Castells, generó la
célebre consigna de "Haga
Chaco", a los fines de estimular la
creencia sobre lo conveniente que era la continuidad del territorio nacional.
Era una misión para los habitantes.
En esos
años, Juan R. Lestani se rebelaba, y bregaba por la provincialización. No
quiero decir periodista militante de la autonomía del Chaco, para no herir
susceptibilidades de nadie.
Para
Lestani, ese "haga Chaco" era un invento que garantizaba privilegios
de algunos pocos, en detrimento de la gran mayoría.
"El
Chaco está hecho" decía en alusión a la existencia del potencial
económico, y requería un contenido moral.
"El día
que nuestros hombres tengan en sus manos la dirección de la cosa pública, habremos
de luchar con ahínco para darle contenido moral, a lo que hoy no es más que una
vigorosa entidad económica. El Chaco está hecho. Crear en el Chaco la
fisonomía moral elevada que ocupe el rango de su personalidad económica, que
solo conseguiremos creando en cada uno la función de su responsabilidad social.
Formemos cerebro y corazón en el gigante industrial. El gobernador Castells es
un enemigo acérrimo de las autonomías"
Lestani
pensaba al Chaco en un rango de Gigante industrial, pero a la vez sentía que
algunos hombres locales (sin una doctrina de localismo, humana, generosa y
elevada) trabajaban para que en lo político, se sostenga en un rango
de pigmeo moral.
Lestani se
sorprendía hasta la indignación, cuando los presidentes de la Cámara de
Comercio y de la Sociedad Rural se entrevistaron con el Presidente de la
república pidiendo la reelección del Dr. Castells. "Si bien esos señores
presiden respetables
sociedades gremiales, su actitud compromete la posición de nuestro pueblo, de
quien nunca pueden ser representantes
ni voceros. Esos hombres desconocen las sugestiones del ambiente, que son mucho
más respetables que una asamblea de bolicheros o un rodeo de vacas".
Al entrar en
el mes de diciembre, leímos declaraciones del presidente de la Cámara de
Comercio, Sergio López hablando de los temores al saqueo, o expresándose contra
las políticas industrialistas. También leímos a Manuel García Sola despotricar
contra los políticos que son precandidatos.
Uno escribe sobre estos asuntos sabiendo que nadie leerá pero siento la necesidad de hacerlo para
enmarcar esas opiniones de coyuntura que uno ofrece diariamente en el programa.
Algunos, con mala leche, pretenden manchar mis opiniones, categorizándolas como
provenientes de cuestiones personales contra alguien de la política, del
periodismo o de la dirigencia empresarial. No me rebelo contra el marketing
sino que defiendo la libertad para expresar mis convicciones, mi profunda creencia
en la grandeza de la política para generar transformaciones estructurales.
Chaco sigue
mereciendo más de esa dimensión moral de la cual hablaba Lestani; y no creo que sea posible avanzar, si seguimos avalando las irresponsabilidades de algunos dirigentes políticos y
empresariales. Como dice la canción de Yupanqui: "Le tengo rabia al silencio, que no se quede callado quien quiera vivir feliz"
(Aclaración para
gente sensible: La visión crítica de Castells es de Juan R. Lestani)
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