Foto: Diario Norte. |
Gustavo Martínez, con dos inasistencias (al congreso FCHMM,
y a la apertura del periodo de sesiones ordinarias de la legislatura) y una asistencia
(Al acto convocado por él), expuso su posición política: Mostrar que se corre del ámbito de conducción estratégica de Jorge
Capitanich.
Una parte
importante del peronismo, se puso en movimiento a partir de una demanda
militante que viene desde el 2.007: “peronizar”.
Gustavo Martínez,
en lo discursivo, y con la astucia de alguien que tiene años de hablar para la
tribuna, abreva en esa demanda militante para constituir su base de acumulación
en este proceso electoral 2013-2015. En su discurso arengó a los militantes
para que sigan militando, y que él como dirigente hace una autocrítica (en este
año electoral) por la falta de atención para con ellos.
Pidió que nadie se
ofenda ni lo malinterprete cuando dijo que “Es el momento de esclarecernos, y que los dirigentes
asumamos la responsabilidad de lo que viene pasando con el peronismo desde hace
cinco años”. Esa tarea de esclarecimiento, resultará difícil para aquellos
militantes que levantan las banderas del kirchnerismo, y vieron en el acto a Manuel García Solá, ex ministro de Menem y uno de los críticos más ásperos al modelo nacional
y popular que conduce Cristina Fernández de Kirchner. (Para quien le interese, un post del año pasado relacionado a la sucesión de Capitanich)
Al ingresar al
predio de la Sociedad
Rural , en una entrevista que le dio al periodista Julio
Wacjam, sentenció: “El peronismo tiene que despertar
organizadamente. Me quiero ofrecer como la pieza de apoyo de la reconstrucción del justicialismo desde
las bases, y lograr que la
Cámara de diputados no sea un patrimonio individual de un
dirigente”.
No hay muchas
opciones para interpretar ni se necesita hacer una exégesis. Solo se despierta
a alguien que está dormido, en este caso al peronismo. La noción de reconstruir el justicialismo, encierra la
idea de volver a construir lo que estaba edificado pero que fue averiado. Para Gustavo Martínez el peronismo está
dormido, y el justicialismo averiado. Tampoco voy teclear argumentos para
decir que luego del diagnostico que realizó, se ofreció como el redentor. Para
no herir susceptibilidades, mejor digo que Gustavo Martínez se ofreció como el despertador
del peronismo, como reconstructor del justicialismo, y para eso pide la
presidencia de la legislatura.
En este diagnostico
de peronismo dormido, justicialismo averiado existen responsables. ¿Quien es el principal responsable de este
peronismo dormido, justicialismo averiado?
Gustavo Martínez,
no lo dice abiertamente, pero se supone que es una interpelación pública al
Presidente del Partido Justicialista. No solo con las palabras de hoy, sino también
con las dos ausencias a los actos, donde el único orador era precisamente el
líder Capitanich, con quien perdió las internas en el 2.007.
Pero la internas
del 2.007 es parte del pasado. Estamos en el 2.013, y se debe instalar una
nueva síntesis antagónica, y para Gustavo Martínez: “No hay 2.015 sin 2.013” .
Entonces, el
adversario modelo 2.013 se llama EDUARDO
AGUILAR. Sin nombrarlo, no deja resquicios para la duda, cuando dice que buscará
una Cámara de Diputados que no sea un “patrimonio” político de un solo
dirigente.
Al decir que va por
la Presidencia
de la Legislatura ,
como menos, produce tres retazos de su posición política: Muestra que se corre del
ámbito de conducción estratégica de Jorge Capitanich; que provincializará su
campaña electoral; y que el adversario elegido es Eduardo Aguilar.
Entre Capitanich y
Martínez, las tensiones internas por el liderazgo del justicialismo, siempre
estuvieron y la resolvieron en las urnas o en una mesa de diálogo. Demostraron
que pueden convivir políticamente con esas tensiones. La provincialización de
la campaña electoral, es una estrategia previsible de un dirigente que buscará
conservar o aumentar su cuota de poder político de cara al 2.015.
El hecho que elija
a Eduardo Aguilar, cómo la síntesis antagónica, entre una multiplicidad de
dirigentes del justicialismo, es un dato político funcional al esquema de
posicionamiento del actual presidente de la legislatura, y que abre el
interrogante del ¿Por qué?
¿Es una torpeza
estratégica? O Gustavo Martínez, piensa -como piensan algunos dirigentes ortodoxos- que el Presidente de la legislatura, es
el sparring ideal para recuperar el mando del peronismo después de
Capitanich
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