El jefe de Gabinete de
Ministros demostró su poderío para movilizar a miles de chaqueños. No
sorprendió. Las traiciones de algunos dirigentes no mellaron la lealtad popular
hacia el líder chaqueño.
El discurso de Capitanich,
básicamente, presentó tres pilares argumentativos: La defensa del proyecto
nacional, la narración de los resultados de gobierno en el Chaco, y el
posicionamiento de buscar la candidatura a intendente de la ciudad de
Resistencia.
El discurso no abrió
expectativas sobre el curso de la campaña para la sucesión en el Chaco. Es que
la sucesión depende de la ubicación de Capitanich en el escenario
electoral.
Capitanich sigue peleando
por una candidatura o un lugar en la fórmula presidencial, muchas de sus
palabras fueron de alguien que hablaba para todos los argentinos, y en especial
para Cristina F. de Kirchner. En el medio narró los avances logrados con la
gestión provincial. En la última parte, habló de su ubicación como candidato a
intendente de Resistencia.
Cuando habló de su
candidatura a intendente, no se puede pensar en algo cerrado sino en la
insinuación de una posibilidad táctica, y empujar a su propio candidato para el
proyecto provincial. Pero, en estas horas, vale más como un mensaje de
coyuntura para el resto de los dirigentes, en especial cuando hizo foco en el
gesto de humildad, tanto de él como de Gustavo Martínez, que debería ser
emulado por el resto de la dirigencia.
Si el jefe de Gabinete dice
que está dispuesto a bajar a los barrios para proponerse como candidato; si
alguien que tiene muchos votos en Resistencia, no tendría problemas en
acatar la merma de sus pretensiones y postularse para suceder a
Clarisse Passmanter; ¿Por qué algunos precandidatos a la gobernación,
habrían de evitar ese gesto de humildad, y no volver a sus municipios?
El escenario electoral
tiene apasionantes paradojas. Desde la fecha para las PASO jurídicamente cierta
pero políticamente incierta; el oficialismo con plataforma nacional pero sin
nombres de candidatos consolidados; hasta una candidata firme como Aída Ayala
pero sin plataforma partidaria definida.
El escenario provincial
con nombres definidos para el justicialismo, podrá perfilarse una vez que se
despeje la ubicación de Jorge Capitanich en el escenario electoral.
Por ahora, se puede intuir
que cuanto más dure la indefinición de las PASO, más aumentan las chances de la misionera
Aída Ayala. Del mismo modo que la indefinición
de los opositores a nivel nacional, más robustecen las chances para que un
candidato del Frente para la Victoria sea el próximo presidente de la República Argentina. Aída es el
nombre definido pero sin una plataforma partidaria cierta. Si bien se
supone que irá por el radicalismo, todavía no existe certeza sobre la
plataforma nacional que contendrá su candidatura. ¿Será UNEN, Frente Renovador, PRO,
Frente para la Victoria?
El justicialismo chaqueño
tiene su plataforma nacional pero todavía no tiene candidato definido. A falta
de 337 días de las elecciones generales, las principales líneas internas del
justicialismo (Coquismo-Gustavismo) no tienen todavía “El nombre” de un candidato
a gobernador. Todo es incipiente. Por el lado del gustavismo está Ricardo
Sánchez. Por el lado del coquismo, comenzaron a mostrarse Eduardo Aguilar, Hugo
Ságer, y Daniel Capitanich.
La vitrina justicialista tiene varios precandidatos, y una fuerte presencia territorial de los intendentes. La paradoja es que sin fecha cierta para las elecciones municipales, al menos ya están los nombres posibles de los candidatos a intendente de Resistencia.
La vitrina justicialista tiene varios precandidatos, y una fuerte presencia territorial de los intendentes. La paradoja es que sin fecha cierta para las elecciones municipales, al menos ya están los nombres posibles de los candidatos a intendente de Resistencia.
Compréndase que estos
textos son solo apuntes de alguien apasionado por la política y sus
interrogantes. No hay análisis. Las candidaturas se basan en hipótesis sobre el
futuro, y como tal sobre lo incierto. Peter Drucker, decía que la magnitud de
la incertidumbre en los tiempos modernos, hace inútil los pronósticos basados
en probabilidades, la planificación tradicional pregunta: "¿Qué es lo más
probable que pase? Pero para prepararse para lo incierto se debe plantear otra
pregunta: "¿Qué ha sucedido ya que creará el futuro?”
Cuando uno retrocede
algunos años para averiguar qué es lo ya ha sucedido, nos encontraremos un
kirchnerismo que creció en fortaleza con la incorporación de dirigentes
(gobernadores, intendentes) de otras fuerzas políticas, puso mucha tenacidad
para organizar el poder sobre la base de una transversalidad.
Hoy el kirchnerismo no
tiene la debilidad del 2.004 ni la fortaleza del 2.011, está en un punto medio,
ni tan fuerte ni tal débil. Acaso la principal fortaleza sea la debilidad de
los opositores.
Y se puede suponer un
kirchnerismo tratando de refundarse o de refrescarse con la adquisición de
nuevos referentes del mundo opositor.
En el Chaco, el mundo
opositor tiene una candidata a gobernadora de buen piso electoral que todavía
no tiene un candidato a presidente. Toquen madera los kirchneristas. Sin
embargo es (o mejor digamos, sería) imposible pensar que la intendenta de
Resistencia sea tentada por el Frente para la Victoria, ya sea por la fisonomía
ideológica o apolítica, o por ser alguien que ingresó a la política bendecida
por el Coronel Ruiz Palacio, o por ser una acérrima enemiga de las políticas
públicas nacionales.
Tampoco es imaginable que
Capitanich, en su cartera de nombres a presentarle a CFK, considere que Aída
Ayala es una buena opción.
Todos los indicios apuntan
que el kirchnerismo intentará mantener la mayor cantidad de poder en el 2.015,
y eso genera por extensión indicios que Cristina F. de Kirchner intentará
nominar los candidatos a diputados nacionales, y con mucha probabilidad intente
reservarse el derecho a participar (o vetar) los nombres que se postulen para
gobernar la provincia. Uno supone que como ocurren en los tiempos de
elecciones, capitanich acercará los nombres, y allí junto a CFK evaluarán las
ventajas y desventajas.
La convocatoria
multitudinaria (y el desorden del palco), nos demuestran, una vez más, en forma
contundente que Jorge Capitanich es profeta en su tierra. No es noticia.
No es algo que nos deba sorprender. Por ahora, es un profeta sin discípulo
bendecido. De modo que seguirán abierta las conjeturas políticas sobre los
nombres para seguir el proyecto de Capitanich en la provincia del Chaco.
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