Jorge Capitanich, se reunió con los militantes de Carta
Abierta. Estas fueron algunas de sus palabras: “Los vestigios de la dictadura y
las corporaciones están al acecho contra la democracia. La desigualdad debe
ser reparada por un poder político que debe surgir de la voluntad popular. Por
eso las corporaciones no se pueden apropiar de los gobiernos. Tenemos que
avanzar en un control social de las fuerzas de seguridad, tenemos que promover
el comité de prevención de la tortura en los centros de detención. Es
imprescindible democratizar el sistema de seguridad pública, para que las
mafias asociadas a todos los flagelos sean desterradas. Los que deben
protegernos no pueden atentar contra la legítima defensa de los intereses del
pueblo”.
Mientras tanto…
Raul Zaffaroni, el juez políticamente incorrecto, piensa
(desde hace varios años) en la necesidad de reorganizar los servicios de la
policía. Decía en una entrevista de Lecciones y ensayos de la Facultad de Derecho/UBA:
"No cabe la menor duda de que a la policía hay que pagarle mejor, que se
deben mejorar sus condiciones de trabajo, que se debe permitir su
sindicalización para que pueda discutir horizontalmente, que debemos hacer una
verdadera policía federal en serio, un FBI nuestro, y la policía de la ciudad
tendrá que ser de la ciudad, tener una PFA realmente jerarquizada. Otra manera
de jerarquizar el servicio de seguridad no tenemos. Hay que utilizar a la SIDE para investigar los
delitos macroeconómicos, que para eso tiene que servir sino no sirve para nada,
para pasar chismes, y a veces equivocados.”
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