Jorge Capitanich, ya suma 16 días sin desatar el nudo de la
indefinición en el Ministerio de Educación.
Una enormidad de tiempo.
Para simplificar, tomo las supuestas
irregularidades en las afectaciones a cargos docentes, y dejo de lado el resto
de puntos que hacen a la gestión de la cartera.
Se supone que la nueva gestión, debería corregir los errores
que salieron a la luz pública. En el caso de ser ciertos esos errores, o como
quieran llamarse, le significaría cifras millonarias al estado provincial, y
afectaría derechos de terceros.
A modo ilustrativo, sirve recordar, una denuncia de
Federación SITECH de Castelli, en la cual hacía hincapié en las irregularidades
en las afectaciones a cargos docentes. Esa denuncia decía que Educación se
convirtió en el Ministerio de Ecología, porque los funcionarios se reciclaban
cobrando 12.000 pesos, mientras los docentes suplentes debían esperar para
cobrar el proporcional de vacaciones.
También es válido repasar uno de los párrafos de un
comunicado emitido por SITECH Federación, en el mes de julio del año pasado: “Es
conocido las miles de afectaciones, relevo de funciones y adscripciones que
otorga en su gran mayoría el propio Ministerio a sus amigos y, a su vez, a la
propia incapacidad para tener un organismo de control de licencias; cuestión
ésta que este sindicato nunca hizo objeción para que se controle eficaz y
eficientemente a aquellos docentes que hacen uso los derechos establecidos en
las normativas vigentes”.
No estoy en condiciones de aseverar que estas denuncias sean
ciertas; pero sí que éstas requieren un estudio profundo por parte del nuevo
equipo educativo.
En ese contexto, 16 días de
indefiniciones no es un dato para subestimar.
Yo se que en el recetario de posibles explicaciones
acomodaticias, está la variante de recitar las verdades de Perogrullo: Capitanich
es el gobernador, es el líder y es el decisor. Las verdades de Perogrullo no se
discuten ni se objetan. Que Capitanich es el responsable de tomar la decisión
nadie puede discutir. Sí podemos hacer foco en la demora decisional, no porque
seamos ansiosos ni por las incertidumbres que se generan, sino porque en el
medio de esta indefinición está nada más y nada menos que la educación.
La educación es una cuestión de estado. La demora de una
definición tiene costos, aun cuando quien demore se llame Jorge Capitanich.
O en todo caso, les preguntaría a los recitadores: Con esta
demora en la definición ¿Cuáles son los beneficios que se generan para la
educación chaqueña?
Mañana será el día 17...
Mañana será el día 17...
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