¿Quien es la oposición? Es el Ari y sus aliados, es el
radicalismo y sus aliados, es el PRO y sus aliados, es…?
La oposición, en un sistema democrático, debería trabajar para
constituirse en una alternativa al gobierno, y cumplir su rol en el Congreso
Nacional dentro de los alcances constitucionales.
Sin embargo, la oposición como tal no existe.
Existen opositores, dirigentes que se suben a cualquier carro corporativo
con la intención de esmerilar el poder de la democracia. Donde mandan
las corporaciones, no manda el pueblo.
La ausencia de una oposición identificable, con plataforma de gobierno,
permite la afloración efímera de opositores.
De la noche a la mañana, sin previo aviso, puede nacer un opositor con
aspiraciones grandes. Recuerden al falso ingeniero Juan Carlos Blumberg, a
Jorge Omar Sobisch, ex gobernador de Neuquén, a Ricardo López Murphy, o más acá
Julio Cleto Cobos.
Los opositores, cuando toman conocimiento de alguna medida del gobierno
nacional, desfilan en los medios de comunicación.
El protocolo opositor, parece un ruidoso concierto de loros. Las
palabras se repiten con ciertos matices escénicos. Ejercitan gestos, trabajan
la imagen frente a las cámaras, algunos actúan de intelectual, otros de
místicos, otros de patriotas.
La multiplicidad de opositores, no significa la existencia de una sana
pluralidad ideológica, sino tan solo la existencia de multiplicidad de
intereses personales, por encima de los intereses generales de la Nación.
Cr. César López
Abrapalabras
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