Si usted cree que en la política vio todo lo inimaginable con
Trump o Bolsonaro; se equivoca.
El boletín outsider tiene más renglones.
En el Partido Nacional hace 4 meses emergió un precandidato que nunca votó en
Uruguay. Vivió en el exterior desde los doce años de edad. Volvió a su país a
fines del 2018.
El eje central de campaña es la generación de 100 mil puestos de
empleo pero no sabe ni cuánto es la tasa de desempleo ni cuánto es el salario
mínimo.
En entrevistas radiales suele decir, no me pregunten detalles,
hace tres meses soy político.
El precandidato que se llama Juan Sartori acepta -entre risas-
que le digan de todo, mientras crece en las encuestas para el asombro de la
dirigencia tradicional.
Si tomamos una encuestadora de referencia en Uruguay; en octubre
del año pasado nadie pensaba votar a un tal Juan Sartori.
En febrero 2019, tenía 5% de intención de votos.
En las últimas mediciones del grupo Radar; fortaleció el tercer puesto en la
interna con 16% de intención de votos, pisándole los talones al segundo Jorge
Larrañaga que en estas horas suma 22%; y todavía muy lejos de Lacalle que tiene
43%.
Juan Sartori es la contracara de José Mujica, maneja negocios
por más de 8 mil millones de dólares. Es uno de los dueños de un club de fútbol
de la liga inglesa, es yerno de un ruso que figura Forbes entre los 200 más
rico del mundo. O sea, un hipermillonario.
Así cualquiera. ¿No?